domingo, 5 de septiembre de 2010

Reflexiones a la luz de la luna

El tipo que se lo cargo, lo mato, le quito la identificación y le lleno los bolsillos de pasta para que pareciese que lo había hecho por dinero. El problema es que yo no mato por dinero desde hace… No me acuerdo, aunque ahora estoy más lucido y la fiebre parece que desaparece. Las nauseas y el dolor de cabeza no se acentúa. Necesito una aspirina o dos. Vaya, muy interesante. Acabo de ver que el calendario trae por detrás una foto en tinta blanca y azul de un puente con un rio, estilo chino. Pero sigamos con los veinte mil euros. No lo se dé donde los ha sacado, pero me los quedo: me pueden ser muy útiles y tiro la cartera al buzón de un vecino, para que se cargue el muerto, con suerte. Salgo a la calle. Empiezo a necesitar la aspirina de verdad. Miro mi reloj, manchado de sangre. Las dos y media de la mañana. Cojonudo. Hace un frio de cojones, y voy a tener que trabajar con ello. Me acurruco la cabeza en el cuello de la chaqueta. Ando todo lo deprisa que puedo. Las sirenas de policía suenan lejanas. Me acuerdo de una farmacia que está de guardia y me dirijo hacia allí. Entro y pido unas putas aspirinas, por favor. El tipo duda, al ver un tipo ensangrentado con la cabeza abierta y medio puesto a las dos de la mañana no debe de ser agradable. Me las da, le tiro un billete de veinte euros sobre el mostrador y salgo corriendo. Sé que acabo de incumplir todas las reglas sobre lo que no hay que hacer tras un asesinato y que probablemente avise a la policía en cinco segundos, pero todo eso me da igual porque en veinticuatro horas estaré entre rejas de todas formas, y necesito pillar al que lo hizo para líbrame de veinte años y un día; y para eso necesito pensar, como sea, y necesito las aspirinas para pensar. Necesito algo para tragarlas, pero no tengo nada a mano. Veo una máquina expendedora. Meto una moneda para sacar una cerveza, pero la muy hija de puta no sale. Me cago en la puta. No me devuelve el dinero. No estoy de bromas, pero intento tranquilizarme. Lo intento otra vez. Otra vez. No me resisto más y me cargo el plástico de una hostia, y un par más de recuerdo y alguna otra cosa, total, ya que estamos. Supongo que los vecinos me habrán oído, pero ahora todo me d igual. Hecho a correr entre los edificios, que hay de frente mío. Me meto en un callejón. Empieza a llover fuerte, cada vez más. Me tomo las aspirinas con la cerveza, y me temo otra del calentón. Otra más a la mitad, y empieza a carburarme la cabeza. El estomago me arde y por poco me revienta. Pero casi la lluvia puedo pensar mejor. No sé quién era el cadáver. Empiezo a forzarme a recordar como sea. Bueno el tipo estaba bastante cuadrado, muy fuerte. Todo pectoral, abdominal y bíceps. Yo no soy ningún mierdas, pero ese tipo me dio una buena. Si un tipo se lo cargo, debe de ser algo serio, algo muy serio. No solo por eso. El tipo se lo cargo de un tajo, en el cuello. Si, por que le mire las muñecas, donde normalmente quedan un montón de marcas en una pelea a navajazos, cortes que te haces tú sin querer o el rival sin que te des cuenta, y este no tenía. Tenía un solo tajo en la yugular, con una fuerza y una destreza increíbles. Y por la posición de la herida debió de hacérselo de frente. La hostia, le miro a su puta cara y se lo hizo de un tajo. Lego se la clavo en el pecho, pero cuando hizo eso estaba ya muerto o herido de muerte, por la posición artificial del arma. Obra de un profesional.
Cojonudo. Como si no tuviera suficientes problemas. Nada. No recuerdo nada. Ni quién era el tipo, ni quien lo mato, ni por qué. Yo no lo hice. Eso es seguro. Porque me acordaría. Pero tampoco iba con buenas intenciones, eso seguro. El tipo era un punkarra y seguro que red-skin por las pintas y los nombres del móvil y la música que escucha. Hablando de eso, tenia cascos, puedo escuchar música para pensar mejor. Haber que tiene… bueno, disco la canción “My plague” de Slikpnot, y sigo pensando.
Iba armado, porque si no, no necesitaba la navaja para nada. Joder lo mato de frente, ¡a cara de perro de un puto tajo! A sangre fría, mirándole a los ojos, de un solo tajo, ¡De un solo tajo! Y le dejo el dinero en el bolsillo. Y no tenía otros signos de violencia. Yo no podría haberlo hecho, y tengo los cojones pelados de hacer ese tipo de cosas, Quizá lo hay visto alguien…No, no puedo volver a la escena del crimen para ir preguntando puerta por puerta ¿Perdone ha visto usted a un asesino? Necesito algo mas…! Espera! ¡El cuadro! Es el tipo de cuadro que ponen en los chinos. El calendario estaba nuevo, por lo que tenía poco tiempo. Y hay un chino al final de la calle. Creo que voy a investigar al viejo modo.
Pero espera, oigo pasos. Me siguen. Me siguen, si. Me tendré que andar con ojo.

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