sábado, 2 de octubre de 2010

El Bueno, el Feo y el Malo

Agarro el móvil. Se lo que me espera. Es el momento final. Miro el reloj: han pasado cinco minutos desde que el tipo se escapo corriendo a dar la alarma. La poli tardara otros cinco como mucho. Tengo que darme prisa,
- ¡Hola, buenas noches!!Bienvenido, hijo de las tinieblas!!Te has cargado al muñeco de Michelin, ya o no, pequeñín!
- ¡Pues todavía no, pero dame tiempo!!Pero a lo mejor te pillo a ti y te parto los catorce huesos de la cara uno por uno, chaval! ¡Así que eres tú, hijo de puta!
- ¡Pues claro! ¡No pensaras que iba ser tu tía la de Cuenca, ¿verdad? ¿Sabes? Llevo viéndote toda la noche bailar y lo haces realmente bien. Aunque el Lobo casi te mata, y el Chino saltarín ese del bar también te hizo lo suyo ¿Eh? ¡Y tardaste lo suyo con el gordo! ¿Eres una puta mierda, no?
- ¡Y por lo que veo tú te crees Terminator, pero ya que estamos ¿Cuando quedamos para salir de marcha y bailar un poco tu y yo?
- ¿Por qué no hoy mismo?¿Dentro de una hora, que tengo que ir al médico primero, ¿Sabes? ¡Dice que tengo las piernas rotas! Pero creo que podre contigo en silla de ruedas.
- ¡Estupendo gilipollas!
- ¡Bueno, pues como creo que te crees muy listo, te voy a hacer un juego! ¡Nos vemos en una hora en el sitio que sea 1, 2, 3 y 4, ¿Ok?
- ¡Ok!
- ¡Ciao, cariñito! ¡Nos vemos!!Un besito, cuídate, da recuerdos, ¿eh? Paz.
Cuelga. Me giro al ancho de huesos.
- Ya no me sirves.- hundo la navaja con precisión en la carótida. La otra la atraviesa la tráquea al compas para que no grite. El tipo me mira con cara de no comprender nada.
- Sabes… No te iba a matar ¡En serio! Serian una gilipollez hacerlo y dejar pruebas tan evidentes para que me condene. El tipo de fuera, la cámara de seguridad… Pero en esta conversación he aprendido dos cosas. Si no mato yo a ese tipo, me mata él. O sea que la poli me va a pillar y a condenar a perpetua seguro, o muero. Así que mas me da matar a uno y a otro. ¡Ya puestos a ir a la cárcel de por vida, quiero hacerlo bien! No te enfades, no es nada personal. Cuídate, Nos vemos.
Salgo del baño mientras el tipo agoniza mudo en el suelo. Cojo el coche tranquilamente (el mercedes del gordo, por supuesto) Conecto la radio para pasar desapercibido y me dirijo a Oviedo de nuevo. Tengo que pensar para resolver el acertijo, pero lo primero es lo primero. Haber… son las 5.30. La pelea está programada a las seis y media. Pero no puedo negar que me atrae la idea. Va a ser la pela de mi puta vida. Sera como en los viejos tiempos. Los buenos viejos tiempos. ¡Joder como duele todo! ¡Malditas drogas, nunca son suficientes! Me coloco con lo que puedo, me chuto a aspirinas, bebo alcohol como un cosaco. Me vendo las heridas como puedo. Me pongo hielo que compro en una gasolinera. Compro comida en una máquina expendedora, Una vez hecho eso, aparco el coche en un callejón e intento dormir, aunque con el chute no puedo, pero reposo una hora más o menos. A las 6.15 me despierta el reloj. Ahora tengo que pensar. En veinte minutos tendré que matar.

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