sábado, 17 de septiembre de 2011

Destino ... la Luna

- Bueno, Von, dime… ¿Qué crees que paso en este sitio? ¿Qué hizo desaparecer a los tripulantes? ¿Quién mando la señal de socorro…? ¿Quién apagó los generadores?
- Bueno, de momento no se muchas cosas, pero te diré lo que sé que no ha sido. No ha sido un ataque exterior, poco probable por la lejanía y poca importancia de la colonia. Tampoco ha sido una revuelta interna; un envenenamiento, un contagio, un acontecimiento cósmico… Todo eso se que no ha sido. Así que una vez eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, es la solución.
- ¿Pero… como…?
- Nada encaja. No hay rastros de violencia; todo esta desconectado y abierto; no hay ni las reservas energéticas. Nada. La gente ha volado, pero ha dejado sus naves con la carga hasta los topes. Y no hay registros informáticos de ninguna cosa rara. Añádale el virus informáticos que ha deshecho los ordenadores centrales. Bien, resumo. Algo salió de “dentro”, se cargo a los ordenadores, se cepillo la energía e hizo desaparecer las personas. ¿Qué fue? No lo sé.
- ¿Cómo sabes que fue en ese orden? – pregunto Snake.
- Es sencillo –contesto Titán- Si vas a desconectar la energía, no necesitas atacar con un virus los ordenadores. Por lo tanto, el ataque informático es previo. Luego ataco los generadores… seguramente, para dejar indefensos a los humanos, que fueron su tercer paso. Sin embargo, el margen de tiempo fue tan escaso, y su poder tan brutal, que basto para hacer la tripulación entera sin que nadie pudiera huir o defenderse. No sé lo que hay ahí dentro… pero no me gusta nada. ¿Von?
- ¿Sí?
- Creo que es el momento de pirarse de aquí.
- ¿Qué? –les interrumpió Doom?- ¿Tenemos una estación hasta los topes de chatarra y nos vamos air sin nio siquiera coger lo suficiente para pagar los gastos de venir? Titán, me has decepcionado- respiro profundamente, indignado- Yo quería estar con un jefe que no conociera el miedo. Y me encuentro con un cobarde maricón hijo de…
- Mira, hijo… Te voy a enseñar una cosa- con la mano izquierda, se abrió el visor del casco. Una máscara de acero le cubría el rostro. Con una mano en cada borde, se saco la máscara hacia adelante.
No había cara debajo.
O por lo menos, algo que pudiera que encajase en la definición de tal.
Entre las sombras, se confundía una masa verdeazulada de carne informe que se retorcía entre espasmos sanguinolentos, cuajada de venas que bombeaban a la luz del día mientras se enroscaban como serpientes en amarillos huesos de bordes de sierra. Dos satélites brillaban con fuerza en aquel tenebroso espacio; redondos y perfectamente blancos. No había ni pupila ni párpados, pero al ojo por alguna razón seguían llegando sangre, a juzgar por los numerosos derrames que rebosaban por los lacrimales. Tampoco había nariz; los labios se habían contraído en una sonrisa eterna, dejando al desnudo los cuatro dientes que le quedaba a su poseedor. De estos se tenía una perspectiva perfecta, porque tampoco había mejillas para proteger sus flancos, aunque viendo su aspecto, nadie se hubiera preocupado. Las orejas también se habían suprimido la mayor parte de su carne, por superflua en comparación con el resto del conjunto.
- ¿Crees que esta es la cara de un tipo que tiene miedo? ¿Crees que me hizo esto paseando o yéndome de putas? ¿Crees que no se a que sabe el laser? ¿Tú sabes que sabe tu propia carne? ¡Pues yo si me he tragado y digerido pedazos de mi propia carne cuando me atravesaron de lado a lado mi mandíbula! Esto- señalo una espantosa cicatriz de su frente que se introducía con magnificencia en su cráneo- fue en Galrumm. Esto, metralla radiactiva- dijo señalándose la nariz ausente- Esto- dijo señalando su sien- cuando mi nave exploto y tuve que aterrizar con ella en llamas encima de un asteroide, Esto- y con la mano derecha se arranco la izquierda, - me lo hicieron en el ejercito cuando el primer experimento con el Arma- así lo llamaba el- falló- ¡¿ES QUE ACASO HAY PLANETA QUE NO CONOZCA MI SANGRE!? ¡¿ES QUE ACASO NO HE MIRADO A LA MUERTE A LOS OJOS Y LE HE ESCUPIDO EN MEDIA DOCENA DE OCASIONES!? ¡¿ES QUE ACASO CREES, JODIDO BASTARDO, QUE CONOZCO EL MIEDO?! ¡JA! ¡PUES HAZME EL FAVOR DE CALLARTE O TE JURO QUE CUANDO LLEGUES AL INFIERNO LO VAS A CONFUDIR CON EL JARDIN DEL EDÉN! ¡¿TE QUEDA CLARO, MONTON DE MIERDA!?- explotó Titán.
- Calma, jefe. Todos sabemos lo que vales. Todos, sabemos quién es el jefe- le dijo Gauss.
- Yo también estoy de acuerdo con marchar.- LE CONTESTÓ Von como si nada hubiera pasado- De hecho, nada mas descubrió todo el asunto quise hacerlo. Pero me di cuenta de que era imposible. Ya no hay salida.
- ¿Cómo?- pregunto visiblemente alterado Snake.
- Sea que sea “eso”… acabo con cientos, miles de personas en tan solo unos segundos. Arrebato la energía a toda la estación, aniquilo todos los sistemas informáticos. Nadie monta eso y deja que escapen cuatro mierdas… Estamos jodidos. Este maldito lugar es toda una gigantesca trampa. Y nos hemos metido hasta el jodido cuello- dijo llevándose la mano al pescuezo, sacando la lengua y haciendo el gesto del ahorcado.
- ¿Pero…?
- No hay energía, no hay sistemas operativos, pero mandan una señal de socoro de gran potencia. Y cuando llegamos no hay nadie. Nadie sale a pedir ayuda, a decir nada, aunque todas las salas están vacía. Si están vacías, si no hay peligro… ¿Por qué no salen? Porque realmente no están vacías. Una pensaría que cualquiera que fuese el desastre de mil, diez mil personas o las que sean, al menos media docena podrían haber escapado. Es cuestión de pura estadística. Pues hasta el momento no hemos visto ni una, ni siquiera rastros. Tal precisión equivale a intencionalidad, a raciocino. Una carnicería completa…Uno puede hacer callar a una o dos persona, pero a tanas solo le calla el silencio de la Parca. ¿Pero sabes lo mejor de todo? ¿Lo más terrible, lo mas definitorio? En esta jodida estación, hay de todo por ahí tirado, naves de carga, herramientas, repuestos, objetos de valor… Sí, hay de todo… De todo…excepto ..armas. Mira qué casualidad.
- Es cierto- continúo Titán. –Yo mismo lo comprobé. Tienes razón. Sea lo que sea esto, no hay salida posible. Nos vigilan. Ya saben que estamos aquí.
- ¿Nos vigilan?- Snake estaba visiblemente, muy, muy asustado- ¿Quiénes? ¿Quién? ¿Dónde?
- ¡Y qué más da que nos vigilen…? ¡Si esto es una trampa,. Lo mejor es escapar de aquí cuanto antes…! Cada segundo que pasamos aquí es un segundo de menos! ¡Vámonos ya!
- ¿Sabes por qué vine aquí?- le contestó Von. Gauss negó con la cabeza- Llegue porque un guardia de seguridad vino antes, alertado por la misma señal de socorro. ¿Sabes cuando desapareció? Justo cuando intento huir. Le dejaron andar por la nav todo el tiempo del mundo, pero justo en ese momento…-Voló.
- ¿Y entonces qué hacemos?- pregunto Doom.
- Sea lo que sea a lo que nos enfrentamos, no podremos vencerlo si no lo comprendemos. Y dado que no podemos huir… tendremos que aclara lo que resolver el misterio, primero. Claro, que es posible que nos maten antes. Pero eso, en nuestro trabajo, es lo de menos. Mis heridas han sanado ya. Mi arma esta lista. Yo estoy preparado ¿Vosotros?
- Siempre- bramo orgulloso Gaúss.
- Dame un blanco. Si puedo apuntarle, puedo dispararle. Y si puedo dispararle, puede morir- chilló Snake.
- Yo no soy un estratega, yo soy un guerrero, un hombre de acción. No entiendo tantos cálculos, ni tan complicado pensamientos. No sería un buen líder… Por eso… ¡Guíanos, Von! ¡Guíanos hacia la victoria o hacia la muerte! ¡Pero caigamos o viviremos, lo haremos luchando, codo con codo!! Y nos llevaremos a alguno por delante!- rugió, vibrante, Titán.
- Me arrancaste medio cerebro… -se quejo Doom.
- Total, para lo que lo usas…
- Pero no conoces el miedo. Eres un jefe digno. Te sigo.
En realidad, si los pensamientos que había empezado a conjurar Von sobre la amenaza que los acechaba tomaban forma… poco importaba lo que hicieran. !Era tan divertida la presunción humana! !A pesar de todo... nos seguiamos creyendo inmortales!Pero aún así…! Era tan divertido luchar, caer, luchar y morir! ¡Ya no sabía hacer otra cosa pensó… y puede que dentro de pco no supieran hacer nada… ¡ ¡pero eso sería dentro de un momento..,. ¡ ¡Tan lejos, y a la vez… tan cerca!

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