domingo, 18 de septiembre de 2011

Battle Los Angeles

- ¿Cuál va a ser nuestro objetivo, jefe?
- ¿Nuestro objetivo? Yo solo veo un hilo conductor claro. Alguien apagó las luces; los ordenadores no funcionan y el coche del guardia dejo de funcionar. Alguien se dedica a trastear con la energía. Quizá lo más conveniente sea ir a echar un ojo a los generadores. ¿Cuáles están mas cerca?
- Al norte hay un ascensor, que en teoría tiene baterías autónomas…
- No. Seguramente no funcionara de todos modos, pero aun si lo hace, sería todavía más peligroso. Eso controla las maquinas, o es una máquina, quizás robots asesinos. Seria meternos de lleno n una emboscada perfecta. Duraríamos lo que quisiera que durásemos. Iremos a pie.
- ¿Robots asesinos? ¿ Estas de broma?- pregunto Snake
- Al lado de donde desapareció el guardia había huellas de robots.
- ¿Cuántas?
- Cientos. Esto es una colonia minera. Habrá robots a patadas
- ¿Pero si alguien “robó” la energía y daño los sistemas informáticas en una oleada… porque cojones dejo intactos a los robots? No tiene sentido.
- Eso trataremos de averiguar. Por aquí, vamos. Es momento de ponerse en marcha.
Y así, sin más; comenzaron la marcha. Titán iba en cabeza, con el fusil bien preparado; detrás iba el propio Von, cubriéndole a su vez Doom, Gauss a su espalda, preparado; y ya por fin Snake cerraba. Iban en perfecta formación, asegurando una zona antes de pasar a la siguiente, doblando las esquinas con sus mirillas móviles antes de pasar, e cobertura en cobertura, de zona oscura a zona a oscura; vigilando las alturas, vigilando el suelo. Avanzaban lentamente, pero de forma segura, y lograron ir recorriendo la distancia que los separaba poco a poco.
Llegaron por fin a la zona de generadores. El acceso consistía en dos enormes puertas blindadas y remachadas en acero. Von comenzó a dar órdenes.
- Snake busca un buen nicho de disparo. Cuando estés listo, haznos algún tipo de señal visual. Sin luces, no hables por radio, y mantén todo sistemas que no sea imprescindible apagado ¿Ok?
- Ok.
- Gauss, justo cuando yo diga, ni antes, ni después, ¿Comprendido?
- Claro. ¿Contra quién?’
- ya lo verás. Doom, tu vendrás conmigo en primera línea. Titán, cúbrenos.
- ¿Por qué yo?- rugió Doom, siempre beligerante.
- Porque o tienes cojones, o estás muy mal de la cabeza. En cualquier caso, te necesito allí.
- Sí, pero…
- Yo te acompañare. Como en los viejos tiempos.- hablo Titán- Doom, monta la metralleta de posición y cúbrenos.
- Ok- le obedeció.- listo.
Von avanzo un trecho, justo hasta una gran caja de que hacia un ángulo con un tejadillo y que ofrecía buena protección tanto desde adelante, como por detrás, (por la pared) como por encima. Salió un momento de su cobertura y tan rápido como se dice, su fusil abrió fuego con una granada PEM (pulso electromagnético) al techo. Una explosión blanquiazul ilumino la estancia por un segundo, justo antes de que con un furioso crujido una enorme lluvia de robots se desparramará sobre la habitación con un terrible estruendo. Estaban apiñados en el techo como abejas, con los sistemas apagados.; en silencio, esperando su oportunidad, pero no la tuvieron, ni la tendrían mientras fuera Von su oponente.
Como un animal, Von aulló una orden mientras abría fuego sobre los bots, hasta convertirlos en montones de chatarras humeantes por docenas. Algún robot habría sobrevivido, pero la lluvia de fuego corrigió ese error en seguida.,
Las puertas se abrieron y de pronto otro tropel de guerreros metálicos broto como la lengua gris de la anaconda para devorar a la liebre. Pero este conejo estaba armado, había golpeado primero, y lejos de haberse visto sorprendido por la serpiente, le había devuelta la jugada. Justo cuando Titán y Gauss abrieron fuegos los batieron como corderitos. Eran simples robots de construcción, mineros o de reparación, armado con los primeros que había a mano o con alguna arma robada a los cadáveres. Su única arma era el número, y esta vez no fue suficiente. Aunque con fría determinación seguían avanzado, caen por docenas, a millares, como moscas. Oleadas mortíferas los barrían como a castillitos de arena. Pero no desesperaron ni se retiraron, continuaron avanzado hasta que el último de ellos fue finalmente abatido por un disparo de Snake.
Por fin, en un segundo, tan rápido como había comenzado, todo había terminado. Un mar de chatarra retorcida y chamuscada era too lo que quedaba.
- Fácil – pensó Von.
Como si le hubieran escuchado; todo un pared lateral se vino abajo con estrepito, y un gigantesco robot grúa hizo aparición, armado con un potente lanzamisiles; un segundo antes que una mortífera docena de cohetes teledirigidos se abrieran paso amenazante hacia Von.
Von alzó la mano mecánicamente, en un gesto reflejo de defensa, (como si valiera de algo) y cerró los ojos, esperando lo inevitable.
Pero entonces recordó que el siempre compraba lo mejor, que no era avaro cuando se trataba de sí mismo. Como insectos rugientes, se desviaron inofensivamente y se cayeron al techo, explotando allí, para que sus restos terminaran cayendo y rodando como latas vacías. Von agradeció haberse gastado un poco mas en la última tecnología de defensa.
El robot no comprendió nada de esto, e hizo lo único para lo que estaba programado su frio cerebro metálico: recargó y abrió fuego de nuevo, de nuevo otra docena de misiles, de nuevo contra Von. Pero esta vez no comprobaría el resultado.
Su brazo fu arrancado por una pavorasa explosión, y cayo al suelo,. Pero la fatal ordne de disparon ya estaba dada, con el único incovniente que la fuerza de la gravedad había inclinado el arma hacia el suelo; una serie de explosión hicieron crepitar y estallar primero el propi arma, para mas tarde empujar con vioencia la propia base del robot, haciéndola caer hacia un lado. Su cabeza se golpeó uy restallo contra el suelo; las luces internas titilaron n furiosa discordia mientras el otro brazo trataba de empujar a la deseperada para alzar de nuevo su cuerpo.
Pro un robot tan grande, de lado, en el suelo, es un blanco demasiado facíl. Y una segunda y definitiva explosión agujereo el caso, rasgo todo el cableado e incendio los circuitos hasta fundirlos.
Pero no fue el fin; no todavía.
Agónicamente, la energía broto de la reservas, se redirigió hacia nuevos sectores, y el brazo que hacía unos segundos intentaba alzar el cuerpo se convirtió en un gigantesco mayal que describió un semicírculo hacia Von. Con un ágil salto mortal hacia atrás, pudo esquivar el envite, pero se desequilibro; en ese momento, el brazo encendió el laser de trabajo, haciendo un peligroso zigzag, siseando como una culebra roja, apuntando hacia su cabeza. Von abrió fuego (que ironía) sobre la punta de ese arma, logrando aniquilarla antes que ella lo aniquilase a él; entonces la máquina jugo su última baza, el brazo de alzo de nuevo, intentado golpear, pero como no lo consiguiera, describió una curva hacia el techo, en ese momento se freno en seco, y con un ruido de tuercas y tornillos, algo se desenrosco y el brazo cayó a plomo hacia el suelo.
Era imposible esquivarlo. Demasiado rápido, demasiado grande. Demasiado inesperado.
Von alzo los poderosos brazos y rezo mientras desesperaba el golpe. Fue demasiado duro, incluso para él. La potente masa lo mando al suelo, pero sus brazos no cejaron, tratando de librarse de la superestructura. Antes de que pudiera hacerlo, vio un destello rojizo y el láser secundario de la maquina se acerco hacia su cabeza con rapidez… hizo un esfuerzo.. .pero no era suficiente…
Y todo se acabó.
La maquia comenzó a recibir disparos desde todas las direcciones, a explotar desde todos los ángulos, haciendo que la poca energía se disipara y los últimos circuitos se apagaran.
Silenciosa y tenebrosa, el brutal ingenio conoció la oscuridad.
Entre los cinco lograron alzar la pesada carga y liberar a Von.
- Von, de verdad eres único. ¿Cómo demonios supiste que no esperaba allí arriba? Nos has dado la batalla.
- La batalla era también mi vida… Sabía que había robots… y era lógico que protegiesen la clave del secreto: los generadores. Supuse que lo vigilarían. Y cuando vi la entrada, con ese techo tan alto…Pensé que haría un adversario inteligente para que sus robots tuviesen una oportunidad contra nosotros. A fin de cuentas, no tenían gran potencia de fuego, algo que comprendí pronto, dado que si hubiera querido, podría habernos tirado a los robots en cualquier momento. No lo hizo porque en campo abierto sus posibilidades eran casi nulas, únicamente dependían de su número para ganar Pero si el rival pensará así, hubiéramos visto cientos de pedazos de chatarras por toda la estación. El es mucho más listo que eso. Y si fuera yo, haría lo mismo. Colocarlos en el techo, en perfecta oscuridad, para que cogieran completamente desprevenido al adversario .Su número y la sorpresa haría el resto. Predije su jugada… y el resto es historia.
- Genial.- le felicito Titán- Eres simplemente el mejor.
- Creo, Von, que sabes muchas mas cosas de la que nos dices.- dijo Snake.
- Von es mucho más de lo que parece. Los hay rápidos, los hay listo, los hay duros; pero Von, es…único, aún entre millones.- le puso la mano en el hombro.
- ¿Y ahora?- preguntó Gauss.
- Ahora- recargo su arma- Ahora es momento de matar.- respondió Von. –ya no hay duda, el enemigo sabe que estamos aquí. Y si ha protegido este sector es porque es importante. Querrá recuperarlo… va a ser muy duro. Esto no acaba más que empezar.
- Sabes, temías que dijeras algo así.- rezongo Doom- pero ¿sabes? Me encanta. !Ok, let’ go!

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