miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nueva Etapa: Una Nueva Esperanza.

Una Nueva Etapa comienza hoy en el blog. Una historia totalmente original, del arco de la Ciencia Ficción, da sus primeros pasos en el blog mas divertido y alocado, y por supuesto, mas apasionante del mundo. Me comprometo a intentar actualizarlo, al menos, una vez por semana. Y  sin más dilación, da comienzo esta novela:


Dia 47. Año 6.
10:37 P.M
La alarma retumbaba por toda la estación; chillando como un animal moribundo. Su tono, monocorde pero terriblemente agudo, lo inundaba todo, traspasaba los muros, acribillaba las mentes. Sea lo que fuese, estaba claro de que era grave. Ni siquiera la alarma de incendios sonaba así.
Pillados de improviso, docenas de personas corrían en total confusión hacia sus puestos, mientras se gritaban unos a otros:
-              ¿Qué pasa?
-              ¿Qué ha pasado?
-              ¿A qué viene la alarma?
-              ¡No lo sé! ¡No lo sé!- era la única respuesta que se oía.
Con paso firme pero sereno, el Comandante  H.J Kramen se abrió paso entre militares saludos a la Sala de Mando.  A pesar de toda la confusión que reinaba, de todo el estrépito caótico, apenas entró; todas las miradas se volvieron hacia él y todas las bocas se acallaron instantáneamente.
-              ¡Capitán Stelio! ¡Informe de situación! ¿A qué viene esa alarma?- comenzó a decir, ordenar y preguntar mientras tecleaba a través de su lentilla electrónica en la pantallas principales.- ¡Por el amor de Dios, que alguien la apague! ¡Gracias!
-              Comandante…- comenzó a decir Stelio, en un tono inseguro- no tenemos datos completamente fiables de la situación, pero...
-              No le pagan a usted para estar no estar seguro, Stelio. Se lo repetiré ¿Qué coño pasa?- le interrumpió Kramen, sin dejar de teclear.- ¿O se lo tengo que preguntar a los de mantenimiento?- dijo, y se echó cómodamente hacia atrás en su Silla de Mando.
-              ¿Sabe que le dice el encargado de mantenimiento?- le interpelo una voz atrás, a su derecha.
-              ¡Oh, callase la boca! – le contesto, desdeñándolo con la mano-  Váyase al infierno.
-              ¡Estoy harto de sus aires de superioridad! ¡No tiene usted derecho a…!
-              ¿Qué se calle? ¡Qué pasa, está usted sordo? ¡Seguridad! ¡Llévese a este payaso de aquí!
El Capitán Bladius se acercó al bedel y le dijo al oído:
-              ¿Puede no complicar más las cosas y marcharse de aquí, señor?  Estamos en una situación crítica y…
-              Eres un cabrón, Kramen- gritó al otro, sin impórtale para la nada el capitán, y luego se marchó.
-              ¡Claro que sí!- contesto Kramen.- Por eso soy el Comandante de esta  Estación. ¡Pásenme las lecturas! ¡Ya!
-              ¿Qué hago con él, señor?- le preguntó Bladius.
-              Si no dejan de molestarme, tendré que tomar medidas, pero no será contra el bedel. ¿Comprende, Bladius?
-              Sí, señor.- contestó Bladius tragando saliva.
-              No era una pregunta, Capitán. Desaparece.
No hizo falta que se lo repitieran dos veces. En el mismo instante que este desaparecía por la puerta, Stelio volvía a la sala por el mismo lugar.
Stelio se acercó a Kramen y dijo:
-              Señor, le estoy pasando a la pantalla principal todas nuestras lecturas. De momento, es todo lo que sabemos.
-              ¡Por fin un poco de orden aquí!- grito aliviado Kramen- ¿Qué esto, Stelio?
-              El satélite INFOGRAM nos acaba de informar que un objeto no identificado, de unos centenares de metros de diámetro, va a chocar a unos 70 kms de aquí. La procedencia del objeto, así como…
-              Corte. ¿Cuándo va a chocar?
-              Creemos que… unos minutos.
-              ¿Cuántos? ¿Cuántos minutos? ¿Cuántos?- le atosigo Kramen agarrándolo por la manga
-              Cinco, seis… siete, tal vez. No más.
-              ¡Joder! ¡Mierda! – Chilló Kramen, en una oleada de incredulidad general: aunque Kramen, era, por lo general, arrogante, pedante y mal educado, no era malhablado. -  ¿Y por qué no se me informó? ¿Por qué no lo vinos antes? ¿Y Júpiter? ¿Y Titán?
-              No lo sabemos, señor. Quizás el objeto tuviera una trayectoria cercana al sol y…
-              ¿Puede confirmarlo?
-              Aún no, señor, pero…
-              ¿Y a que espera? ¡A que lo haga yo? ¡Vamos, a trabajar! ¡Ponte en contacto con Deimos y Phobos y que te den todo lo que tengan!- ¡Teniente Matild! –la interpelada, una rubia alta y de esbelta figura se giró hacia Kramen-. ¡Matild!  Busca en los satélites.. Quiero una imagen clara del objeto. Y la quiero para ayer. Y avisa al AMSA.
-              Un rastreo minucioso debería…
-              Apartarte de aquí, no tengo todo el día. ¡Tú!- gritó señalando a Stelio con el índice-  ¡Está listo el informe que pedí!
-              Está llegando ya señor. En unos segundos estará en su pantalla.
-              Entonces, no está listo. ¡Acelera!
-              Pero.. Pero… llegara de un momento  otro. Y no hay nada que yo pueda…
-              No te pregunte si hay algo que tú puedes o no puedes hacer- le reprocho su superior con una mirada furibunda. - ¿Y dónde está Bladius? ¡Bladius! ¡Lo necesito aquí! ¡Ve a buscarlo también!
-              ¿A quién? ¿Al informe?
-              ¡A los dos!- vomito Kramen.- ¿Matild? ¿Están listas esas imágenes?
-              Si, están llegando ahora mismo. Aquí las tiene, le contestó señalando la pantalla principal, aún con líneas de estática.
-              Pásalos a pantalla grande y límpialo de interferencias. Tres segundos. ¡Stelio!  ¿Ya ha hablado con Demios y Phobos?
-              Tuvieron noticia del objeto hace exactamente cuatro minutos, cuando literalmente, aprecio en sus pantallas. Ambos confirma la teoría de la trayectoria solar, y además…
-              ¡Suficiente! ¡Sigan investigando!- se giró hacia la puerta, por donde acaba de entrar Bladius.- ¿Has conseguido lo que te pedí?
-              Sí, señor. - Contestó este, tragándose el orgullo malhumorado.-  El objeto tiene una diámetro de 430 metros, y cae a una velocidad estimada de 30 km/s. Una masa estimada de…
-              ¡Matild!- volvió a gritar Kramen, girándose en la silla de nuevo- ¿Están o no están esas dichosas imágenes?
-              Claro, Señor, las tiene en la 2…
-              ¡Y por qué demonios no me avisa! A ver.- apoyo el rostro en los puños, y los codos en los muslos y sus ojos se entrecerraron sobre el informe- ¿Qué es eso?
En la pantalla central  se veía una masa de color rojizo-marrón moviéndose a gran velocidad, en una cámara cenital, y que se ajustaba constantemente, mostrando una imagen irregular, nada clara.
- Añade a la imagen una cascada de datos, Matild.
- Velocidad de caída, añadida. Masa del objeto, añadida. Cuenta atrás para el impacto, añadido- termino con tono lúgubre.
- Si, pero eso se debió hacer sin que yo dijera anda. ! Dios!!Estoy rodeado de inútiles! !Gentuza! - rezongó para sí.- !Stelio! !Informe!
- Júpiter no sabe nada. Vieron el objeto al mismo tiempo que Deimos Y Fobos y no puede decirnos nada más. Y Titán...
- ¿Y si lo vieron al mismo tiempo que Deimos y Phobos, por qué demonios no enviaron el informe?
- No lo sé, señor- contesto temblando Stelio., pensaba que la bronca, por alguna razón, le iba a caer a él.- Tal vez...
- ! Bah! ¡Usted no lo sabe, pero yo si! ¡Los conozco de sobra!!Lo supieron y no dijeron nada! !Imbéciles!... !Ese bastardo de Kodak!- meneo la cabeza con tristeza- !Bladius! ¿Dónde está ese maldito informe?
- Pantalla tres, señor.
- ! Veamos! Su... posibilidades de impacto... !Vale!- farfullaba mientras pasaba a toda prisa las paginas en la pantalla- !Aquí esta! Nos llegara una onda del 12%... Eso significa un 5% de posibilidades de daños parciales en instalaciones Este y Norte. !Matild! !Tiempo para el impacto!
Matild apretó un botón y una voz electrónica, monótona, dijo:
- Diecisiete segundos para el impacto.. Dieciséis segundos.  Quince. Catorce..
Kramen apago la pantalla del informe y giro de nuevo la silla, quedándose absolutamente concentrado sobre la pantalla.
- Trece segundos. Doce. Once.
Stelio se olvidó de Deimos y Phobos y Titán, y también se quedó mirando  con los ojos muy abiertos, mientras se aferraba con todas sus fuerzas a los reposabrazos de sus asientos.
-Siete segundos. Seis. Cinco.
A Bladius algo se le enredo entre las manos y se le cayó al suelo; pero cuando lo fue a recoger su vista tropezó la pantalla principal y allí se quedó agachado, con la mano extendida y los ojos perdidos.
- Cuatro segundos. Tres. Dos.
Todos los encargados, todos los técnicos y operadores, todo el personal del centro de mando se quedaron clavados, sus miradas fijas en un único punto, todos observando atónitos la pantalla central.
- Un segundo.
Un escalofrío; como una ola de agua helada que hubiese caído por sorpresa, batió toda la sala, y todos, del primero al último, sintieron su gélido abrazo, y se estremecieron.
Cero.
- Impacto.- dijo la voz como si tal cosa, como si anunciase una bajada en el PIB de un 2,3%.
Cero.
Nada.
La pantalla seguía ofreciendo una imagen congelada, la misma del segundo anterior..
De pronto, la pantalla quedo en negro.
Y luego, toda se llenó de líneas de estática.
Impacto.
Mientras todas las pantallas se reajustaban, un trueno lejano hizo temblar todo el suelo de la estación, y aun que de fuera solo llego un sonido vacuo y grave, como un tambor que se escuchara tras una muralla de agua; a todos le entró el pánico. Tan solo Kramen se quedó en su asiento, con la cabeza gacha y los ojos cerrados, muy tranquilos, quizás rezando e  esperando lo inevitable. Matild se volvió hacía él y gritó. Stelio se tiró al suelo.
En la pantalla central se veía ahora una gigantesca explosión, una semiesfera de fuego brillante, como una corona solar, y montañas de nubes de polvo comenzaron a alzarse en todas las direcciones, expandiéndose hacia los laterales de la imagen. Súbitamente, la pantalla quedo oscurecida y un segundo después, cambiaba a una imagen más alejada, y superior, y la explosión continuaba su avance inexorable hacia todas las direcciones.
Varias pantallas quedaron llenas de estática y dejaron de funcionar.
Matild abrazo a Stelio; y Bladius se arrojó al suelo también, con las manos sobre la nuca.
Un murmullo lejano fue todo lo que se escuchó en la sala, un ligero temblor sacudió por último el techo, y luego el silencio.
Los ojos blancos y abiertos como platos no daban crédito, buscaban a cientos una respuestas.
- !Stelio! !Informe de daños en Alas Norte y Este!
Aun abrazado a Matild, Stelio no pudo menos que exclamar otra cosa que:
- ! Estamos vivos, señor!
Kramen meneo la cabeza con tristeza y le susurro:
- Lo se Stelio, lo sé. Y eso es lo que me extraña.


 


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