Dia 47. Año 6.
10:37 P.M
La alarma retumbaba por toda la estación; chillando como un
animal moribundo. Su tono, monocorde pero terriblemente agudo, lo inundaba
todo, traspasaba los muros, acribillaba las mentes. Sea lo que fuese, estaba
claro de que era grave. Ni siquiera la alarma de incendios sonaba así.
Pillados de improviso, docenas de personas corrían en total
confusión hacia sus puestos, mientras se gritaban unos a otros:
- ¿Qué
pasa?
- ¿Qué ha
pasado?
- ¿A qué
viene la alarma?
- ¡No lo
sé! ¡No lo sé!- era la única respuesta que se oía.
Con paso firme pero sereno, el Comandante H.J Kramen se abrió paso entre militares
saludos a la Sala
de Mando. A pesar de toda la confusión
que reinaba, de todo el estrépito caótico, apenas entró; todas las miradas se
volvieron hacia él y todas las bocas se acallaron instantáneamente.
- ¡Capitán
Stelio! ¡Informe de situación! ¿A qué viene esa alarma?- comenzó a decir,
ordenar y preguntar mientras tecleaba a través de su lentilla electrónica en la
pantallas principales.- ¡Por el amor de Dios, que alguien la apague! ¡Gracias!
- Comandante…-
comenzó a decir Stelio, en un tono inseguro- no tenemos datos completamente
fiables de la situación, pero...
- No le
pagan a usted para estar no estar seguro, Stelio. Se lo repetiré ¿Qué coño
pasa?- le interrumpió Kramen, sin dejar de teclear.- ¿O se lo tengo que
preguntar a los de mantenimiento?- dijo, y se echó cómodamente hacia atrás en
su Silla de Mando.
- ¿Sabe
que le dice el encargado de mantenimiento?- le interpelo una voz atrás, a su
derecha.
- ¡Oh,
callase la boca! – le contesto, desdeñándolo con la mano- Váyase al infierno.
- ¡Estoy
harto de sus aires de superioridad! ¡No tiene usted derecho a…!
- ¿Qué se
calle? ¡Qué pasa, está usted sordo? ¡Seguridad! ¡Llévese a este payaso de aquí!
El Capitán Bladius se acercó al bedel y le dijo al oído:
- ¿Puede
no complicar más las cosas y marcharse de aquí, señor? Estamos en una situación crítica y…
- Eres un
cabrón, Kramen- gritó al otro, sin impórtale para la nada el capitán, y luego
se marchó.
- ¡Claro
que sí!- contesto Kramen.- Por eso soy el Comandante de esta Estación. ¡Pásenme las lecturas! ¡Ya!
- ¿Qué
hago con él, señor?- le preguntó Bladius.
- Si no
dejan de molestarme, tendré que tomar medidas, pero no será contra el bedel.
¿Comprende, Bladius?
- Sí,
señor.- contestó Bladius tragando saliva.
- No era
una pregunta, Capitán. Desaparece.
No hizo falta que se lo repitieran dos veces. En el mismo
instante que este desaparecía por la puerta, Stelio volvía a la sala por el
mismo lugar.
Stelio se acercó a Kramen y dijo:
- Señor,
le estoy pasando a la pantalla principal todas nuestras lecturas. De momento,
es todo lo que sabemos.
- ¡Por fin
un poco de orden aquí!- grito aliviado Kramen- ¿Qué esto, Stelio?
- El
satélite INFOGRAM nos acaba de informar que un objeto no identificado, de unos
centenares de metros de diámetro, va a chocar a unos 70 kms de aquí. La
procedencia del objeto, así como…
- Corte.
¿Cuándo va a chocar?
- Creemos
que… unos minutos.
- ¿Cuántos?
¿Cuántos minutos? ¿Cuántos?- le atosigo Kramen agarrándolo por la manga
- Cinco,
seis… siete, tal vez. No más.
- ¡Joder!
¡Mierda! – Chilló Kramen, en una oleada de incredulidad general: aunque Kramen,
era, por lo general, arrogante, pedante y mal educado, no era malhablado. - ¿Y por qué no se me informó? ¿Por qué no lo
vinos antes? ¿Y Júpiter? ¿Y Titán?
- No lo
sabemos, señor. Quizás el objeto tuviera una trayectoria cercana al sol y…
- ¿Puede
confirmarlo?
- Aún no,
señor, pero…
- ¿Y a que
espera? ¡A que lo haga yo? ¡Vamos, a trabajar! ¡Ponte en contacto con Deimos y
Phobos y que te den todo lo que tengan!- ¡Teniente Matild! –la interpelada, una
rubia alta y de esbelta figura se giró hacia Kramen-. ¡Matild! Busca en los satélites.. Quiero una imagen
clara del objeto. Y la quiero para ayer. Y avisa al AMSA.
- Un
rastreo minucioso debería…
- Apartarte
de aquí, no tengo todo el día. ¡Tú!- gritó señalando a Stelio con el índice- ¡Está listo el informe que pedí!
- Está
llegando ya señor. En unos segundos estará en su pantalla.
- Entonces,
no está listo. ¡Acelera!
- Pero..
Pero… llegara de un momento otro. Y no
hay nada que yo pueda…
- No te
pregunte si hay algo que tú puedes o no puedes hacer- le reprocho su superior
con una mirada furibunda. - ¿Y dónde está Bladius? ¡Bladius! ¡Lo necesito aquí!
¡Ve a buscarlo también!
- ¿A
quién? ¿Al informe?
- ¡A los
dos!- vomito Kramen.- ¿Matild? ¿Están listas esas imágenes?
- Si,
están llegando ahora mismo. Aquí las tiene, le contestó señalando la pantalla
principal, aún con líneas de estática.
- Pásalos
a pantalla grande y límpialo de interferencias. Tres segundos. ¡Stelio! ¿Ya ha hablado con Demios y Phobos?
- Tuvieron
noticia del objeto hace exactamente cuatro minutos, cuando literalmente,
aprecio en sus pantallas. Ambos confirma la teoría de la trayectoria solar, y
además…
- ¡Suficiente!
¡Sigan investigando!- se giró hacia la puerta, por donde acaba de entrar
Bladius.- ¿Has conseguido lo que te pedí?
- Sí,
señor. - Contestó este, tragándose el orgullo malhumorado.- El objeto tiene una diámetro de 430 metros, y cae a una
velocidad estimada de 30 km/s. Una masa estimada de…
- ¡Matild!-
volvió a gritar Kramen, girándose en la silla de nuevo- ¿Están o no están esas
dichosas imágenes?
- Claro,
Señor, las tiene en la 2…
- ¡Y por
qué demonios no me avisa! A ver.- apoyo el rostro en los puños, y los codos en
los muslos y sus ojos se entrecerraron sobre el informe- ¿Qué es eso?
En la pantalla central
se veía una masa de color rojizo-marrón moviéndose a gran velocidad, en
una cámara cenital, y que se ajustaba constantemente, mostrando una imagen
irregular, nada clara.
- Añade a la imagen una cascada de datos, Matild.
- Velocidad de caída, añadida. Masa del objeto, añadida.
Cuenta atrás para el impacto, añadido- termino con tono lúgubre.
- Si, pero eso se debió hacer sin que yo dijera anda. !
Dios!!Estoy rodeado de inútiles! !Gentuza! - rezongó para sí.- !Stelio!
!Informe!
- Júpiter no sabe nada. Vieron el objeto al mismo tiempo que
Deimos Y Fobos y no puede decirnos nada más. Y Titán...
- ¿Y si lo vieron al mismo tiempo que Deimos y Phobos, por
qué demonios no enviaron el informe?
- No lo sé, señor- contesto temblando Stelio., pensaba que
la bronca, por alguna razón, le iba a caer a él.- Tal vez...
- ! Bah! ¡Usted no lo sabe, pero yo si! ¡Los conozco de
sobra!!Lo supieron y no dijeron nada! !Imbéciles!... !Ese bastardo de Kodak!-
meneo la cabeza con tristeza- !Bladius! ¿Dónde está ese maldito informe?
- Pantalla tres, señor.
- ! Veamos! Su... posibilidades de impacto... !Vale!-
farfullaba mientras pasaba a toda prisa las paginas en la pantalla- !Aquí esta!
Nos llegara una onda del 12%... Eso significa un 5% de posibilidades de daños
parciales en instalaciones Este y Norte. !Matild! !Tiempo para el impacto!
Matild apretó un botón y una voz electrónica, monótona,
dijo:
- Diecisiete segundos para el impacto.. Dieciséis
segundos. Quince. Catorce..
Kramen apago la pantalla del informe y giro de nuevo la
silla, quedándose absolutamente concentrado sobre la pantalla.
- Trece segundos. Doce. Once.
Stelio se olvidó de Deimos y Phobos y Titán, y también se
quedó mirando con los ojos muy abiertos,
mientras se aferraba con todas sus fuerzas a los reposabrazos de sus asientos.
-Siete segundos. Seis. Cinco.
A Bladius algo se le enredo entre las manos y se le cayó al
suelo; pero cuando lo fue a recoger su vista tropezó la pantalla principal y
allí se quedó agachado, con la mano extendida y los ojos perdidos.
- Cuatro segundos. Tres. Dos.
Todos los encargados, todos los técnicos y operadores, todo
el personal del centro de mando se quedaron clavados, sus miradas fijas en un
único punto, todos observando atónitos la pantalla central.
- Un segundo.
Un escalofrío; como una ola de agua helada que hubiese caído
por sorpresa, batió toda la sala, y todos, del primero al último, sintieron su
gélido abrazo, y se estremecieron.
Cero.
- Impacto.- dijo la voz como si tal cosa, como si anunciase
una bajada en el PIB de un 2,3%.
Cero.
Nada.
La pantalla seguía ofreciendo una imagen congelada, la misma
del segundo anterior..
De pronto, la pantalla quedo en negro.
Y luego, toda se llenó de líneas de estática.
Impacto.
Mientras todas las pantallas se reajustaban, un trueno
lejano hizo temblar todo el suelo de la estación, y aun que de fuera solo llego
un sonido vacuo y grave, como un tambor que se escuchara tras una muralla de
agua; a todos le entró el pánico. Tan solo Kramen se quedó en su asiento, con
la cabeza gacha y los ojos cerrados, muy tranquilos, quizás rezando e esperando lo inevitable. Matild se volvió
hacía él y gritó. Stelio se tiró al suelo.
En la pantalla central se veía ahora una gigantesca
explosión, una semiesfera de fuego brillante, como una corona solar, y montañas
de nubes de polvo comenzaron a alzarse en todas las direcciones, expandiéndose
hacia los laterales de la imagen. Súbitamente, la pantalla quedo oscurecida y
un segundo después, cambiaba a una imagen más alejada, y superior, y la
explosión continuaba su avance inexorable hacia todas las direcciones.
Varias pantallas quedaron llenas de estática y dejaron de
funcionar.
Matild abrazo a Stelio; y Bladius se arrojó al suelo también,
con las manos sobre la nuca.
Un murmullo lejano fue todo lo que se escuchó en la sala, un
ligero temblor sacudió por último el techo, y luego el silencio.
Los ojos blancos y abiertos como platos no daban crédito,
buscaban a cientos una respuestas.
- !Stelio! !Informe de daños en Alas Norte y Este!
Aun abrazado a Matild, Stelio no pudo menos que exclamar
otra cosa que:
- ! Estamos vivos, señor!
Kramen meneo la cabeza con tristeza y le susurro:
- Lo se Stelio, lo sé. Y eso es lo que me extraña.
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