jueves, 27 de octubre de 2011

Terminator II: el Juicio Final

Von sentía como el odio aumentaba en el, mientras arrodillado limpiaba la sangre escarlata de la armadura de Kronos, deambulando en la parte invisible de su ser, dentro de su caparazón, esperando y sangrando.
Nuevamente limpió su sangre del suelo, esta vez más brillante, y pensó que todo lo que estaba pasando no podía estar pasando, que era una blasfemia tridimensional; un universo abocado al caos más absoluto.
En sus ojos rojos y dorados brillaban con una luz distinta; ya no podía controlar sus temblores; esa no era la manera en que había imaginado, pensó; tenía un mal presentimiento, ¿Como coño llegué aquí?, y se rió en voz alta, desearía que no me gustara esto, ¿Es un sueño o un recuerdo?
Sentado en la oscuridad no podía olvidar. Todo el tiempo que no fue…
Otra amarga historia, otra ironía del destino…
Otra vez no podría volver atrás…
Había vendido sus emociones por un contrato, y eso era lo que ahora tenía.
Y había llegado hasta aquí, y eso era todo.
Ahora todo estaba muerto, y escuchaba voces dentro de su cabeza…
Y pensó…
Que la vida es sueño…
Que nunca estuvimos vivos…
Y no naceremos de nuevo…
Pero no podíamos vivir con…
La tortura de la memoria en nuestro corazón…
Y recordó aquella frase de… ¿Cómo se llamaba?
Albert Einstein…
Si lo hubiera sabido, me habría hecho relojero.
Pero de pronto guardo en el regazo de sus manos las manos muertas de Kronos, y recogió su sangre…
Dedos muertos en sus venas…
Y contemplo el espectáculo de sus dedos ensangrentados…
Todo esto era una locura, una locura sangrienta…
Pero no le quedaba más remedio que unirse a ella, ser uno con ella, morir con ella.
Pero sobre todo, no podía dejar que la locura ganase aquella batalla.
No podía dejar que LE ganase.
Cerró el puño con ira.
- !Doom!
Su grito se perdió en el vacio insondable.
Pero su ira se concentraría contra algo solido.
Algo muy solido…
Y en su mente enfebrecida, Doom murió un millar de veces.
Lenta y dolorosamente.
MUY lenta, dolorosamente.
Se alzó del suelo y aulló como un lobo de la tundra.
Había comenzado…
La Cacería.
Y se perdió entre los pasillos.
Von era un sabueso infernal con decadas de experiencia; pero también sabia como pensaba las presas. Estaba pulido tanto bajo la luna del depredador como bajo las estrellas del fugitivo.
Había sido tanto liebre delante de las los galgos como zorro tras el hurón.
Sabía lo que era ser carnaza de cazarrecompensas.
Fue aquella vez cuando le ordenaron eliminar a aquel mafioso que había traicionado a sus socios después de un gran golpe...
¿Cómo coño se llamaba?
Vladimir…
Pero cuando el tipo se entero puso pecio a la cabeza de Von.
Un precio tan alto que cuando Von se miraba al espejo su reflejo quería dispararle a la cara.
Tuvo a más de cincuenta buitres tras él.
No podía ni pensar en asomarse por cualquier esquina porque más de un millar de disparos abatía a su sombra.
Pero ni siquiera Vladimir pudo escapar así…
Bien lo sabia Von…
Y Doom no se iba a escapar tampoco…
Sabía lo que iba a hacer incluso antes que de lo pudiese siquiera imaginar su rival.
Cruzó pasillos uno tras otro.
Y por fin llegó la oscuridad.
La oscuridad…
Von frenó en seco.
Había pasillos que se cruzaban, había esquinas por doquier; había posibilidades de emboscadas en cada metro cuadrado.
Desactivo todo aquello que le pudiera delatar y en completo silencio comenzó a avanzar lentamente.
Von quería saber a qué se enfrentaba.
Había conseguido que Kronos le pasar en secreto los datos de su equipo en su primera charla.
Y fin de cuentas cualquier amenaza seria delectada cien veces antes por su armadura antes que por el mismo.
Y lo que vio no le gusto nada.
No era raro que Doom estuviera desesperado.
No era raro que no tuviese miedo.
Había llegado del mismísimo infierno.
Marine espacial, la clásica carne de cañón, la escoria de la sociedad reconvertida con un titulo rimbombante que escondía lo vacías que debían de estar sus vidas para enrolarse en el que se conocía popularmente como el matadero número cinco.
Pero eso no era lo peor.
No señor, no.
Lo peor tampoco era que hubiese sido destinado junto con el resto de la escoria a los mejores sitios para morir, perdidos en el vasto espacial a pelar con guerrilleros mineros, piratas espaciales del último confín o desesperados y rebeldes sin causa de todo tipo o pelaje; no, eso tampoco era lo peor.
Lo peor de todo es que era un desertor.
Un jodido desertor.
Pero no un desertor cualquiera.
Al fin y al cabo los desertores eran millones por todo el espacio.
De hecho, no se les busca activamente, aunque si eran cogidos sabían que les esperaba una ejecución sumaria y sin juicio.
Doom era la peor clase posible de desertor.
Aquella que se había cargado a un oficial antes de escapar.
O para ser correctos, a un oficial de alta graduación y a cinco de sus compañeros.
A un comandante.
Nada más y nada menos.
Y a esos si se les buscaba, porque una cosa era desertar y otra muy distinta era matar a un superior.
A eso, a lo superiores, por alguna extraña razón, le daban mucho más importancia.
Doom no podía ni soñar acercarse a millones de kilómetros de cualquier sitio civilizado.
De hecho, si lo pillaban, tendría un juicio. Lo suficientemente largo para que lo pudieran torturar a gusto antes de ejecutarlo de la manera mas retorcida y asquerosa que se les ocurriera.
De hecho, no había ni un protocolo fijo de ejecución.
De hecho, era posible que lo curaran y lo dejaran descansar un tiempo para torturarlo aún más.
Era normal que estuviera loco, que hubiese perdido el juicio, que ya no le temiera a nada.
Ya no había nada a lo que pudiera temer.
Le habían extirpado el futuro, y habían enterrado su pasado.
¿Qué le quedaba?
Por un instante, incluso sintió lastima de él.
Por un instante.
Pero se le paso pronto.
Puede que si lo pillase y lo pudiera coge vivo, le entregaría las autoridades, si podía salir de aquí, claro.
Sí, eso sería lo que haría.
Pero primero…
Su ordenador captó un débil eco, un eco que amplificado muchas veces resonó con fuerza en su cerebro.
Pero el no vio nada…
Y ya no lo vería, porque una granada repiqueteó y cayó delante suyo.
No, aquello no era una granada.
Los productos químicos de la granada, los circuitos integrados y demás llamaban demasiado la atención de los sistemas de defensa, que la detectaban con varios segundos de antelación.
Y él solo había “visto” su eco.
Con el resplandor de mil soles, aquella bengala estalló.
A Doom no le interesaba una pelea limpia. Siempre que podía peleaba con ventaja.
Y eso era exactamente lo que iba a hacer ahora.
Además, aquello era más que una simple bengala.
Emitía cientos de falsos ecos para distorsionar los radares. Emitía ondas infrarrojas para falsear los sensores. Emitía cientos de contramedidas paa cegar eficazmente a su rival.
Y lo consiguió, Von estaba completamente ciego.
Y eso era horrible.
Instintivamente se tiró al suelo.
E hizo bien, porque dos decimas más tarde la WW- FG42 de Doom atravesó la pared como si fuera papel.
Mierda.
Ciego y en el suelo como un perro cojo.
Era mejor no contestar y arrastrarse fuera del peligro…
Sus ojos y sensores pugnaban por recuperarse, pero seguía sin ver nada de momento.
Una sombra confusa sé recorto delante suya…
Pero Von no disparó.
Muchos años Doom, muchos años…
Eso era fijo un holograma, no tenía sentido que tirase una granada de conmoción y luego te dejases ver…
Pero se le ocurrió una cosa.
Con una mano desenfundo su revólver y abría fuego hacia aquella sombra mientras giraba con el resto del cuerpo.
Y tal como pensaba, Doom apareció triunfante en el otro extremo del pasillo, justo a tiempo para recibir de peno una ráfaga que le mandó al suelo.
Ahora estaban empatados.
Y Von se alzo dispuesto a rematar a su rival.
Pero Doom siempre jugaba con ventaja…
Algo brilló en su muñeca y de pronto toda la pared lateral estalló con fuerza y toda una montaña de escombros en llamas se desplomo encima suya.
La onda expansiva le batió como una lata vacía y le arrojo con fuerza a un lado y a otro del pasillo, golpeándole una y otra vez contra las paredes.
Sin saber ni cómo ni porque empezó a gatear a ciegas para esquivar a la escoria en llamas.
Y de pronto se dio cuenta de que estaba en un puentecillo sobre…
Y entonces comprendió otra cosa.
Si Doom había preparado el escenario de su combate este puente era…
Una trampa mortal.
Arrojó el gancho de supervivencia al otro lado.
E hizo bien, porque un segundo después el puente cedía y visitaba al vacío.
Von quedo colgando del borde.
Un blanco perfecto.
Giro sobre sí mismo, y mientras el gancho se iba recogiendo; abrió fuego de cobertura sobre la otra orilla.
Doom se refugió detrás de una pared.
Pero…
Demasiado fácil.
Si no había nada raro, era su última oportunidad para matarle, y entomnces ¿Por qué cedía tan fácilmente?
Así que..
Había algo raro allí arriba.
Algo raro.
Detuvo el gancho..
Demasiado tarde.
La mina arrancó de cuajo el gancho, aunque al estar todavía por debajo de la línea de suelo, no le afecto la explosión.
Una vez más, los pinchos para el hielo le salvaron la vida.
Doom apareció de nuevo, pero fue convenientemente recibido.
Pero Von estaba en muy precario equilibrio.
Doom apareció de nuevo...
Estaba jugando al gato y el ratón…
No le dejaba subir ni pensar ni…
¡Qué coño era aquello?
Un gancho se acercaba desde el techo hacia él a velocidad de vértigo.
MIERDA…
Peo Doom apareció de nuevo y tuvo que disparar para mantenerlo ocupado…
El gancho le apresó y le alzó como un pajarillo, y entonces comenzó a recular…
Era un gancho magnético, por lo que su armadura comenzó a dejar de funcionar por ls interferencias…
El arma se desprendió de su mano y se perdió en el negro abismo que tenia debajo.
Mierda, mierda, y tres mil veces mierda.
¡Mierda!
Con suavidad, el gancho le dejó colgando inerte justo en las narices de Doom, que reía torvamente.
- Hola, hola… pero.. ¡Quien tenemos aquí? Este, no es Von, el Rey de los Sabuesos, el mil veces nombrado…
- Que te jodan, mamón.
- Voy a darte un consejo. No dejes que tu vida dependa de la tecnología o te pasa esto, Von.- dijo alzando su arma.
- Pues yo voy a darte otro, mamón. No dejes que tu vida dependa de la tecnología o te pasa esto, Doom.- y alzó su brazo derecho. De pronto, lago brillo en su mano, y sonó como un chasquido, y algo salió disparado, atravesó el visor del casco y estallando con violencia en su ojo en un océano de sangre.
- La ballesta de mano amigo,¿ no es irónico? Con proyecyil de punta de diamante envenenada con curare, pero respeta el diseño básico, que tiene más de…
- ¡Que te jodan! –dijo levantado el cañón de su arma a ciegas.- por lo visto, los nanobots ya habian encontrdo la proteina necesaria para bloquear el avance dl veneno.

- ¡No, si no me dices que es irónico!- le replicó, y con un puntapié desvió el cañón de su arma, justo antes de que rodease con sus brazos y tirase de él, alzándolo hacia sí…

- ¡Que te pase amigo? ¡Tienes vértigo?

- ¡Qué te jodan!- dijo mientas el gancho giraba hasta situarse encima del suelo, justo como Von pretendía. En ese momento, el gancho se abrió, y ambos cayeron rodando por el piso; Doom se retorció de algún modo y logro zafarse y de nuevo apuntó con su arma.

Pero era un arma demasiado grande y pesada como para un combate cuerpo a cuerpo. Antes de que pudiera hacer nada, Von agarro el cañón con ambas manos y se la quito, arrojándolo lejos de sí; y dio un saltito hacia tras.

Ahora era un combate limpio.
Cara a cara.
Ambos gritaron y aullando cargaron hacia adelante en un duelo animal, carneril.
Pero proporcionablemente, había menos distancia entre el arco y el arcabuz que entre las armadura de Von y la de Doom.
Para uno, una buena noche era rodearse de prostitutas maetras de las artes del placer en un hotel-casino de lujo.
Para el otro, lo era acostarse en algún motel de tercera con alguna desesperada que cobraba por horas.
Y eso bastaba para marcar las diferencias, como todo en esta vida.
Era la hora de las tortas.
Y tú, Doom, pierdes.
Para Von, se movía a cámara lenta.
Esquivo con comodidad su puñetazo, se agachó y le encañono el plexo solar, lo suficiente para que se doblase y le arrancase los dientes de cuajo del segundo golpe.
Doom cayo redondo.
- Se acabo, Doom. Cara a cara no tienes nda que hacer.
- Tu lo has dicho, Von. Cara a cara…- y volvió a sonreír.
Su muñeca izquierda brillo, y ua descarga se cerró obre el cuerpo ya dañado de Von.
Von cayo entre gritos de agonía.
- No quería hacerlo, Von, no era justo, no era como había planeado, pero no me dejaste alternativa.
- No lo hagas. Le dijo entre gritos.
- ¡Ja, ja, ja, ja!
- No lo hagas… es una orden.
- ¡Eh?
De pronto algo brillo en sus manos, y un rayo de energía pura brotó de ella, y un instante después alcanzo a Doom en el pecho, reventándolo literalmente en pedazos
- Alguna gente no sigue las indicaciones, ¿Eh? ¿Creíste que no encontraría contramedida nunca? Bastaba con redirigir la energía hacia algún tipo de arma, ¿Verdad?
- Hijo de puta…- pero algo activo en su mano derecha.
La explosión que siguió no pillo desprevenido a Von, pero no por eso le dolió menos cuando su espada se comprimió hasta casi tocar el pecho.
Von habia ordenado la autodestruccion de aquel arma.
Sin fuerzas, cayó el suelo, aunque por fortuna los cierre explosivos de su armadura le habían salvado la vida de nuevo.
Sus labios besaron el suelo de nuevo, pero de nuevo tasmbién su tez se alzo una vez más.
Doom se acerco arrastrándose com,o un reptil con su laser de reparación brotando de su diestra. Con sus últimas fuerzas, trato de méterselo ente ojo y ojo.
Con sus últimas fuerzas, Von le sujetó de la muñeca y trato de impedírselo.
Pero…
La zurda de Doom se disparo hacia su mandíbula y Von sintió como el puño metálico le alcanzaba sus dientes desprotegidos.
Y Von comprendió que ya no tenia armadura, que en su última esfuerzo esta se había
quedado practicamente inutil para salvarle, y lo estaria durante muchos minutos, y eso si tenia suerte...
Y todos sus dientes salieron desparramados mientras su mandíbula se abría en un angulo imposible y quedaba muerta.
Von nuca habia recibido un golpe tan brutal en todos sus años de carrera.
La armadura de Doom aun funcionaba y eso le daba una ventaja letal.
Empezó a gatear para escapar.
Doom no le persiguió.
Al contrario, riéndose recupero su arma y apunto tranquilamente.
Von gateo, cruzo detrás de una caja y volvió a salir gateando para escapar a la desesperada hacia…
Demasiado tarde.
Doom todo lo que tenía que hacer para para ganar la partida era abrir fuego .
Y así lo hizo.
Fuego.
Se rió como un loco.
Pero otra vez ya se había reido como un loco y ..
Esta vez no seria diferente.
El terrible revolver de Von chasqueo...
El disparo de Doom atravesó la imagen limpiamente y a Doom se le acabaron las risas.
Ahora vendrían las lágrimas.
¡BLAM!
Y mientras Caía, Doom comprendí que lo que había salió de detrás de las cajas no era Von, sino un h…
El impacto le doblo las rodillas. Doom quedo asi, con las roillas dobladas, los brazos colgando, la cabeza hacia atras y ofreciendo el cuello como en un banquete para vampiros.
Su arma se descolgo a camara lenta de sus manos y rodó por el suelo, aun humeante.
Del terrilbe crater de su pecho manaba un manatial de sangre como de un torrente en tormenta.
Era la viva imagen de la derrota mas completa.
Todo lo que vio por ultimo era el gigantesco revolver delante de sus ojos.
- Doomed space marine.
BLAM.


p.d Siento el ochaco, pero quiero cerraresta seria ya para dar comienzo a la siguiente.
http://www.youtube.com/watch?v=PbQ5dCJTNC4

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