domingo, 8 de julio de 2012

Una Nueva Esperanza. Episodio IV.

Cuelgo con gusto dos historias de dos estilos completmaente opuestos: una de ambientación historica y de luchas, combates, espadas y brujerias; y otra de Ciencia Ficción relacionado con viajes en el tiempo. Juzguen ustedes mismos y elijan a su gusto (o a su disgusto).


Laguna de Tepsia. 24 de Junio del 296
Fulgior tendió su mirada sobre la amplia llanura que se extendia a sus pies, desde las faldas de las colina. Desde alli se tenia una visión clara de todo el abanico del horizonte en unja distancia, de, por lo menos, un dia de marcha; pero eso era en un dia limpio y claro, y hoy, los cielos anunciaban tormenta. Y no cualquier tipo de tomenta: los lejanos ecos; el crepitar de las nubes y el creciente rumor del viento presagiaba una lucha titanica en los cielos.
Mucho mejor, pnesó Fulgior, y esbozo una sonrisa tibia. Era de lo más apropiado.
Volvió a tender su mirada hacia el horizonte. Aún desde esta atalaya natural,  no se podia ver ahora mismo mas alla del tiro de una flecha. Y aun esta flecha tensada desde un arco corto. Pero eso, hoy, carecia de imprtancia. No tenía ni las minima, en verdad. Al fin y al cabo, cuando terminara el dia, si es que terminaba...
No.
Mejor no pensar en nada de eso.
Hoy no cambiara nada, o mejor aún, lo haria a mejor.
La otra alternativa era demasiada terrible para pensar en ella, ni siquiera durante un mero segundo. Y efectivamente,...
- Fulgior- dijo alguién, y aquel sonido repentino desbarató sus pensamientos, como una piedra rompe la quietud de un lago.
- Fulgior- repitió, y por fin este salió de sus ensimismamiento.
- ¿Quién...? ¿Quien va?- balbuceó, confuso, mientras giraba en su caballo. Vió un hombre joven fubio al que las plumas de su casco identificaban como mensajero.
- Disculpe señor- dijo este tras hacer el saludo militar.- Siento interumpirle, pero...
- No, no, no, por favor, vaya al grano- contestó el otro, un poco confuso.
- Si, claro. Las tropas estan dispuestas, señor. Las ordenes de...
- En posición ¿Eh?- le interumpio secamente- ¿Y los escuadrones de refuerzo de Lipio? ¿Han llegado también?
- Así es, señor.-contestó el mensajero, y volvió a cuadrarse.
- ¿Y Lipio? ¿Ha llegado con ellos?-"o sigue en el burdel", omitió.
- Así es, señor- se limitó a repetir el mensajero.
- Bien. ¿Y la caballeria de Silcio, ha llegado también, o se ha retrasado?- "como de constumbre" le faltó añadir.
- Así es, señor.
- Bien, bien. Puede retirase, soldado. -le dijo, frotandose las manos, aunque no se sabe si por sastifacción o por frío. O quizás por una mezcla de ambas.
- Como ordene, señor.- se cuadro y le obedecio.
Fulgior hizo virar por completo su caballo hasta dar la espalda a la llanura y comenzo a descender, mirando con orgullo la marea roja y gris de acero y muerte que maniobraba alli. Sus ojos comenzaron a revisar los estandartes, uno tras otro, con rapidez: rojo y azul y verde; lobos, aguilas, toros, cabras montesas se disponian al borde de cada unidad, y flameaban al viento del destino.
Alli, justo en el centro se erguia el suyo: un bastón nudoso al que una mano sujetaba, sobre un fondo azul. Un símbolo de poder tan... tan natural. Una fuerza tan respetable. Esta vez, la victoria estaria de parte de su familia. Con letras de oro se esribiria en los Anales. El mismo la escribiria, a su regreso.
Por fin, termino el descenso y llego a la altura de sus hombres. Sus hombres... esa frase, aunque fuera oida solamente en su mente, aún le extasiaba. Se dirigió a ellos, y apenas llego a su sitio, descabalgó y le entrego su montura a su escudero.  Desnudo su acero, y alzandolo por encima de su cabeza, comenzó a gritar ordenes, aún por encima del viento huracanado; de los rayos que lejanos restallaban. Su voz irrumpio como una salvaje cascada, y comenzo a sacudir a los soldados, que parecian aletargados en sus puestos: fijos como estatuas.
- !Esta victoria será nuestra! !Este dia sera nuestro! !!Cuando acabe la noche, seremos nosotros!
- !Si!!Si!!Si!- repìtieron ellos, todos a una.
- El Sol solo nos iluminara a nosotros mañana. !El Alba sera nuestro!
- !Si! !Si!
- !Suya la noche! !Eterna la noche para ellos!
- !Si! !Si! !Fulgior! !Fulgior!- repetian ellos, extasiaados.
- No, no lo hareis por mi. !Lo haremos todos por Solá!
- !Si! !Solá! !Solá! !Solá!
- !Solá! -gritó él.
- !Solá! - contestaron ellos.
- !Muerte!
- !Solá!
- !Guerra!
- !Solá!
- !Vida!
- !Solá!
!Solá! repetia sin fin el viento, doblado por miles de voces, y alli, cabalgando en su seno, se perdió en la lejania.
!Solá! Era lo unico que se oia de uno a otro confín.
!Solá!
Pero alli, en el horizonte donde se perdian las voces, surgia algo, una masa negra y verde que se recortaba a la luz de la luna, y avanzo decidiada y rapidamente hacia ellos, y desafiantes,   y comenzaron a cargar aún en la lejania, cargando a traves directmante hacia ellos.
 Y alli, a la luz sanguinolenta de sus antorchas  los soldados los vieron como eran: un enjambre de alimañas semidesnudas que aullaban rabiosas, moviendose como un rebaño de cabras, grandes, fieros y temibles como lobos, y aun mas peludos y temibles. 
Como una plaga de langostas o un campo ardiendo eran ellos, un ejercito descomunal, como nunca se viera antes; pues ocupaba con facilidad del Este a Oeste, mas allá de toda medida; hasta donde se perdía la vista uno solo veia aquella marea vociferante  que enarbolaban negros estandartes y llevaban sobre el pecho collares de huesos, orejas y ojos.
Apenas estuvierona a unos pasos, algo brotó de sus manos, algo sombrió; entre una nube de burlas e insultos,  algo arrojaron contra ellos. Cuando cayeron entre sus filas pudieron ver que eran; y no era otra cosa que las cabezas, afeitadas y mutiladas de aquelos de sus compañeros que habian caido ante ellos en anteriores combates. Algunas tenian marcadas en hierro, fuego o sangre sacrilegas obscenidades, o estaban desfiguradas de manera histrionica y terrible, a otras le habian arrancado los cabellos y los dientes. Un sabor agrio de venganza les subio a todos, con aquellas macabras nuevas, y un velo de sangre les cubrió los ojos. No habria prisioneros, rojo seria el ocaso, rojo; rojo.
Las nubes de tomenta se aglomeraban en los cielos, aprejutandose unas con otras y batallando con rayos, y aqui abajo, un jirón inmenso de ellas  se desparramó como una ola impetuosa hacia el ejercitó de Sola, hacia Solá misma, hacia Sola la magnifica, la Imperecedera, la Inmortal Sola.
Fulgior bajo el visor del casco.
Iba a ser un dia glorioso.
O mortal.
O ambos.
Aunque en este caso, el orden de los factores si alteraba el producto.
Apretó los dientes.
Sus brazos se tensaron al compás de la espada.
- !Solá!
........
Mesopotamia. 12.000 A.C
En la noche oscura brillaban las estrellas con fuerza.
La Luna reinaba, jugueteando con su espejo de plata pristino, y bajo ellas bailaban las luciernagas; o quizas la Luna y las estrellas bailaban al son de una hoguera invisible, y un metoero rompio la noche y se esfumo, efimera esperanza, en el exteemo distante de la boveda; y alli donde morian los pesnamientos murió él, o quizas no; y brilló por siempre en alguna parte, o atraveso la arena y se perdió al otro lado, y quien sabe hacia que lejanos mundos se dirigia ahora, por siempre y siempre.
Justo debajo del astro reina,  habia un circulo de tierra desnuda, rocas, grava y tres arboles retorcidos ralos que se combaban entre melancolicos y oniricos. Cercado por salvajes y altas hierbas, aquel pequeño claro era un copo de nieve en medio del desierto.
Si dejaramos las altas hierbas y los dientes de león, que bombardean la llanura con sus semillas al vavien de la fresca brisa, y siguieramos la suave pendiente desembocariamos en un bello valle de orillas de bronce; y en el, un rio caudoloso, unos animales abrevando, y una aldea populoso, de madera y cuerda y hueso.
Lejanas pero sabrosas, las últimas notas de una sabrosa melodía morían en la llanura cercana, y siguiendo la brisa le llegarian a sus oidos los lejanes tantantes a un ritno salvaje, y palmas y voces, y cien pies chocando y saltando y cayendo y chocando otra vez y todo temblaba; y la alegre jarana llegaba de detrás de una alta empalizada de troncos atados unos a tros, como si temieran que escapara y bailaran ellos también al son de la mnusica de mil tambores.
Una voz reino sobre otras, un borbotero frenetico y mil frases embarulladas en una sola, y se oyeron gritos y truenos de cien voces que eran una sola, de mil espiritus que era uno solo, y mil encantmientos y hechizos se conjuraron en la noche y se dirigeron a la luna, que reinaba sobre las playas del desierto de las dunas, y alli voz, sobre voz y reino sobre reino, se rio ella, y jugando otra vez con su espejo, devolvio luces de plata y sombras de bronce sobre la multitud, que rugió euforica.
El verano llegaba y eso siempre era motivo de alegria.
Claro que eso dependia de para quén o mas exactamente, para que.
Para aquella aldea estaba claro que si.
Para el campo, que jubiloso reposaba, también lo parecia.
Pero en aquel cielo despejado, se conjuraron en apenas un metro una centena de rayos y centellas en aquel claro de los tres arboles, y de pronto, un circulo de llamas surgio de ellos; y los arboles y el pasto ardieron en un instante y se carbonizaron enseguida; y tan rapido como llego se acabo todo. El fuego se consumió en un destello sin luz; y la noche rompió en un punto y vomito en un arco varias figuras que se recortaron contra las estrellas y las sombras.
- HG33474859GHI.Bien. Hemos llegado, chicos.
Nada habia en aquellas sombras que no pareciera estar fuera de lugar. Eran o eso parecieran, hombres, pero de una forma, tamaño o vestimenta que a un cazador de antilopes le costaria identificar en una o dos vidas. Una tras otra, las cinco figuras -pues eran, en efecto, cinco-  se  separaron, y temblando tremulas   a la luz de la noche estrellada, comenzaron a desplazarse en dirección a la lejana aldea. Iban formando un pentagono, con una de ellas en punta y otras dos a sus flancos, y las otras dos restantes vueltas hacia atrás, caminado lentamente como si temieran algo, desconfiadas. Cuando llegabana a alguna altura o a alguna fisura esperaban unas por otras, cubriendose unas a otras con sus miradas. Llevaban o parecian llevar extraños artilugios que asemejaban armas, y todas ellas se movian en dirección a la aldea.
- HG3347486667GHI. Formación de marcha. Rojo uno; 45 grados este. Rojo dos, 45 grados oeste. Rojo tres, 45 grados sur-este. Rojo cinco, 45 grados sur- Oeste. Destino. Aldea. Tiempo restante para contacto visual; treinte y siete segundos. Visiblidad, clara. No se aprecia ningun movimiento inesperado. Enviando lecturas. Procesando.
Pero los rayos y el resplandor, primero, y los hombres después, no habian pasado desaprecbidos en aquella llanura, y cuando ya la aldea se alzaba a su vista, alla de telón de fondo, algo se escabullo entre susurros entre los trigales y las hierbas se removieron en varios puntos.  Los hombres parecieron no darse cuenta y siguieron, impertubables, su avance.
- HG3347486978 GGI. Formación tratando de moverse en silencio desde nuestro flanco Este. Ocultación visual del 87%. Seis individuos. Armamento ligero estandar: arcos (50 %), y alguna azagaya (90%). Alineamiento, posiblemente hostil. Solicito permiso a Azul para rechazar el ataque.
-Procesando, rojo Cuatro. Permiso concedido. Autodefensa 32427G. Se le ruega use fuego de minima intensidad unicmanete para rechazarlos.
- Gracias, Azul. Canal privado: HG33474 FF2. AG R1, R2, R3, R5. Ya lo habeis oido, chicos. Fuego de minima intensidad.
- R3: Claro jefe. (RISAS)
- R5: OK, jefe.
-R2: OK.
-R1:OK. De mínima intensidad.
Un grito rompió entonces, y entre salvajes aullidos, un puñado de hombres en taparrabos, arrojaron media docena de torpes flechas en su dirección. Pero milagro o no, ninguna de aquellas saetas perforó su objetivo: una tras otras chocaron en el  nada entre destellos azules y salieron rebotadas, con las puntas deshechas.
Arma: flecha, 6. Num: 32. Tensión estimada: 25 kg.Velocidad estimada 30m/s. peso de la punta: 11 gr. Posibilidad de impacto PROCESANDO nulas (% < 0,0001).
Aquello cogió de sorpresa a los emboscadores, que pasaron a ser las presas.. Alguna frase, algun pensamiento  se intercambiaron entre ellos los otros hombres. y de pronto todo se precipitó. Movieron los extraños palos o tubos que llevaban, y entre zumbidos de insectos vomitaron fuego sin forma y luz sin calor sobre aquellos infelices. No fallaron; y pronto de tres de ellos solo quedaban unos carbones y un generoso montón de cenizas.
- R4: Replicar fuego, chicos. Acordaos de usar mínima intensidad.
- R3: Yo me pido el de la derecha.
- R2: ¿El del tatuaje en el hombro? Ese es mió.
- R3. No, gilipollas. El de LA otra derecha.
Los otros echaron a correr entre gritos de auxilio y deseseperados lamentos, pues eran hombres y solo contra hombres combatian, y los demonios y dioses quedaban fuera de su entendimiento, no digamos ya de su capacidad de lucha.  Pero ahi, los designios de los inmortales eran inexorables, y con una voz sin ruido, los dos que iba en los flancos fueron abatidos tambíen: a uno le alcanzó el fuego en la espalda y la fuerza del impacto lo descabezó como si fuera un pez; al otro no le alcanzo directamente, pero dio excamente igual. El espiritu del aire le golpeó, y de un tremendo empellón, le hizo volar a una distancia de diez pasos, y alli quedo rodando entre espamos agonicos.
R2: ¿Habeis visto como salio volando?
R4: Si, ya lo hemos visto. Acabemos el trabajo ya, tenemos cosas que hacer.
R3: No, esperar un poco más. Quiero divertirme con ese último.
El otro hombre tambien rodo y cayo; pero pudo levantarse. Miró a un lado, y vio compañeros caidos, miró al otro, y vio solo ruinas ardientes; miro dentro de si y solo vio temor. Recupero, tembloroso, su lanza; y utilizandola como baculo para alzarse, se irguio por fin orgulloso; el era un cazador, un guerrero; y como guerrero moriria, sin temer ni a bestias ni a hombres ni siquiera a dioses. Corrio aullando hacia ellos, entre sus risotadas inclementes; y cuando por fin llego a sus altura; cogio aire, hizo su brazo cuerrda de arco y de su lanza flecha; y arrojo hacia el que parecia estar al mando de la estelar horda su azagaya.
R4: Pobre payaso (RISAS)
CP4GI: velocidad estimada de objeto PROCESANDO PROCESANDO PROCESANDO AVISO AVISO AMENAZA MORTAL RESPUESTA ACONSEJADA: NO PREVISTA
De pronto la tierra gimió y se agito, el aire ardió y se hizo de dia; y una nube de infierno se desato, quebrando las rocas como si fueran huevos y aniquilando una tras otra cualquier cosa que se atreviese a oponersele, fundiendola y despedazndola: si sobrevivia la arrojaba a cientos, miles de pasos, desechas y achicaharrada y enferma. Toda la llanura se incendió, todos los arboles cedieron, toda el agua hirvió un segundo antes que un gran estruedo como nunca se oyó atronase el valle hasta dejar a todos sus ocupantes sordos.
De pronto, en la aldea, todos se tiraron al suelo, aterrados, poco antes que una cortina de llamas a velocidad de pesadilla se cerniera sobre ellos y comenzará a brincar entre los tejados y las casas. Se oyeron gritos y maldiciones, y se desató un pánico confuso de gente corriendo hacia todas dirreciones en medio de la locura. Y nadie hizo caso ya cuando el hechicero señaló la colina, pues ya ndie hacia caso a nadie, chocando y cayendo en la noche.Y un gran humo se alzó en la noche,y tomando la forma de un hongo; se irguio majestuoso y por un instante, reinó sobre la luna.
CG5IG: HORA MUERTE ESTIMADA: 12.46 PM. POSIBLE CAUSA. DETONACIÓN TERMONUCLEAR (99, 999999 % POSIBLIDADES) ENVIANDO CAJA NEGRA CENTRAL DE DATOS. PROCESANDO. 
FIN DE LA GRABACIÓN. 
REPETIR OTRA VEZ 
SI/NO.

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